En palabras de Joan Acosta, comunicólogo
escritor de libros y artículos sobre imagen, diseño y comunicación, publicados
en diferentes países de Europa y América, un Director de comunicaciones debe
ser un estratega que gestiona la comunicación a partir de la estrategia general
y las particulares dentro de la empresa.
Hace el trabajo de integración
y alineación de todas las manifestaciones de la organización hacia dentro y
hacia afuera. Tiene una visión global íntegra e integradora de la gestión de la
empresa.
Desde este planteamiento, se
puede hablar de un nuevo modelo de comunicación que sustituye esa tarea de
recopilar información fraccionada y dividida en departamentos, para ser difundida
en carteleras y correos, que poco leen los receptores.
El nuevo modelo de comunicación
organizacional, replantea el rol del comunicador dentro de la organización,
quien debe proyectarse como esa persona que tiene la capacidad y responsabilidad
de unir y alinear en términos de cultura y a través del diálogo, los equipos de
trabajo. Es evidente que un equipo dividido, no triunfa. Observen los equipos de
su deporte favorito y veras que cuando los jugadores están divididos, pierde;
por el contrario, cuando el equipo coopera y se colabora, funciona tanto, que siempre triunfa.
De acuerdo con Acosta, una empresa
es como un equipo de fútbol, si funciona dividida y fraccionada por departamentos,
no es efectiva en los resultados.
Así que el Director de Comunicaciones
de hoy, además de ser el responsable de la reputación y la imagen de la
empresa, de la cultura y la marca, debe hacer el trabajo de conciliación e integración
organizacional entre dependencias.
Esto quiere decir, que debe pensar
en estrategias de comunicación que permitan estimular la cooperación, la amabilidad,
el diálogo, la actitud positiva frente a las situaciones y sobre todo, en basar
sus acciones en el respeto y la honestidad manifestada en el buen trato humano.
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